La campeona Kenia Enríquez tuvo que hacer varios ajustes para debutar en MMA en Combate Global

Kenia Enríquez dejará los guantes de boxeo por un momento y también su récord boxístico de 28-1 para ponerse los guantes de cuatro onzas y hacer su debut este jueves, 13 de marzo, en las artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés) cuando enfrente a la inglesa Hayley Valentine (5-0) en duelo de peso paja en la cartelera de Combate Global, que se celebrará en los estudios de TelevisaUnivision en Miami, Florida.

La función tiene de nombre Combate Femenil ya que todas las contiendas de esa cartelera serán en la rama femenina. La velada será transmitida gratis por los canales de YouTube de Combate a partir de las 5 p.m. Hora del Pacífico.

Enríquez (28-1, 11 KOs), de 31 años, ha peleado desde 2012 como profesional y es actualmente la campeona interina de peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), así como la exmonarca mosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y la excampeona interina de peso superpaja del CMB.

“Siempre tenía muy clara mi meta y mi objetivo que era ser campeona del mundo. Lo logré hacer en tres ocasiones en dos diferentes divisiones, así como mantenerme como la número uno, pero creo que ahorita necesitaba más motivación”, dijo Enríquez al hablar de la razón por su cambio a las MMA.

Para hacer esta transición a las MMA, la tijuanense, que no pierde en boxeo desde 2015, ha tenido que hacer todo tipo de ajustes, desde su físico hasta su forma de boxear.

“El guante es más pequeño. Estás casi con la mano desnuda, con una pequeña protección, así que tuve que cambiar los ángulos”, expresó Enríquez.

La debutante dijo que para este duelo trabajó mucho en su lucha.

“Desayunaba, comía y cenaba lucha”, dijo Enríquez. “Creo que lo bonito de las artes marciales es que siempre te muestran un espacio de cambio y de crecimiento”.

Kenia Enríquez no ha perdido en boxeo desde 2015, pero dijo que tuvo que hacer muchos ajustes a su especialidad para debutar en MMA.

(Foto cortesía Scott Hirano/Combate Global)

Pero de lo que está segura, es que hizo el trabajo suficiente para tener una buena noche el jueves.

“Le entregué mi cuerpo, mi vida y mi alma a las artes marciales cada día en el gimnasio, fue hasta morir, hasta quedarme ahí tirada, de ya no poder más. Por eso estoy tan segura de que este jueves viene mi victoria y empezaré con el pie derecho”, expresó Enríquez.

La mexicana está siguiendo los pasos de otra campeona de boxeo, la boricua Amanda Serrano, quien peleó en dos ocasiones en Combate y tiene un récord total de dos triunfos y un empate en MMA.

Para este duelo, Enríquez se preparó en Lobo Gym de Guadalajara, sede de los campamentos de la excampeona del mundo de UFC, Alexa Grasso, y la contendiente Irene Aldana, así como la peleadora colombiana Alejandra Lara.

Enríquez ya había firmado en 2019 con Combate Global, pero no hizo su debut debido a que hizo una defensa del título en boxeo. Un año después conoció a Lara y la acompañó en su esquina para sus contiendas en Bellator y en Combate.

Enríquez señaló que ha querido unificar su corona de peso mosca pero al ver que no se concretaban peleas, escuchó la llamada de Campbell McLaren, fundador de Combate Global, y aceptó pelear.

Enríquez expresó que ha aprendido a seguir el ejemplo de peleadoras muy disciplinadas y trabajadoras como Grasso.

“Yo creo que ese es el máximo ejemplo que tengo de ellas, de la disciplina, del trabajo duro, porque después de todo ellas están ahí persistiendo todos los días y son superpuntuales”, indicó Enríquez. “Alexa es una maestraza para la organización, la planificación y la ejecución”.

También dijo haber aprendido mucho de su primer maestro de jiu-jitsu, Tito Castro. Además, Enríquez ha entrenado en Entram Gym de Tijuana, donde surgió Brandon Moreno, así como en Jackson Wink en Albuquerque, Nuevo México, sede de entrenamiento de la ahora retirada Holly Holm.

“Creo que a lo que más le metí horas extras fue a la lucha y al jiu-jitsu”, dijo Enríquez sobre su preparación, donde señaló que entrenó por muchas horas. “Sabemos que tengo unas manos de clase mundial. Pero, pues, al final de cuentas, ¿qué va a pasar cuando viene un derribo? ¿Qué va a pasar cuando estés en el piso y en una mala situación? Me preparé para todo eso”.

En lo que se refiere al boxeo, Enríquez dijo que pronto sabrá qué sigue para ella y que aún le gustaría unificar la división.

“El boxeo es mi pasión y jamás lo voy a dejar”, afirmó la campeona.